Una nueva conexión con la naturaleza

La pandemia nos dio a los seres humanos una lección de vida: “Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Sí, perdimos muchas cosas, pero también ganamos otras. El contacto con la tierra, fue una de ellas.

La pandemia nos tomó por sorpresa. Llegó con la fuerza de un huracán a desestabilizar nuestras estructuras, pero en especial a forzar un alto en el camino, más que necesario ante el inagotable ritmo de vida y de consumo del ser humano.

Con la llegada de las cuarentenas probablemente hayas experimentado algo que quizás no habías vivido hasta ese entonces: el encierro obligado, la imposibilidad de relacionarte con otras personas, las restricciones a la movilidad y la absoluta necesidad de permanecer en casa.

En pocas palabras, perdiste libertad, en especial la de poder ir a cualquier lugar, a cualquier hora y en cualquier momento, y la de tener contacto cercano con las personas que quieres. Esto hizo que tu hogar se convirtiera en el centro de todo: el jardín infantil o el colegio, el lugar de trabajo, el espacio de entretenimiento, el gimnasio… todo. Y aunque es posible que tu espacio no estuviera preparado para albergar todas las áreas de tu vida, tuviste que adaptarte y hacer cambios, como los ha hecho la madre Tierra desde su nacimiento. 

Una de las grandes transformaciones que movilizó el confinamiento fue el anhelo por la naturaleza. Y si bien es apenas lógico debido al aislamiento preventivo que nos sacó de las calles y los espacios al aire libre, sobre todo parques y playas, haber tenido que bajar la velocidad llevó a muchos a pensar para adentro, a volverse más reflexivos y contemplativos, a valorar lo esencial, aquello que damos muchas veces por sentado.

Y si hay algo básico y esencial para el ser humano es el contacto con la naturaleza, aunque es probable que solo hayas caído en cuenta de la falta que te hacía cuando ya no estuvo permitido, al menos por un tiempo, ir a aquellos lugares en donde te encontrabas con ella. Y eso en una ciudad llena de cemento y tráfico, hace la diferencia.

¿Cómo lograr esa conexión sin acudir a esos lugares? Como en el refrán: “Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña”. ¿Esto qué significa? Sí, eso: la naturaleza empezó a colarse en los hogares.

No es que esto haya ocurrido solo por la pandemia, pues desde hace ya algún tiempo hemos oído hablar de las huertas y jardines urbanos; no es algo nuevo, pero lo que sí detonó el confinamiento fue la necesidad de llevar de alguna manera la naturaleza a los espacios personales, especialmente en quienes quizás nunca habían contemplado esa posibilidad. Y esto va más allá de comprar unas plantas para decorar o para que la casa se vea más “verde”.

Muchas personas entendieron el significado de querer una conexión real con las nuevas habitantes de su hogar, incluso desde la semilla misma; de presenciar el proceso de la vida y de sentirse parte de él, de dedicarse a su cuidado y de velar por su fuerte y saludable crecimiento… de considerarlas un miembro más de la familia.

Puede que aún no experimentes ese nivel de conexión e incluso probablemente no tienes muchas matas en tu hogar. Aún así, estamos seguros de que sentiste algo de alivio al poder volver a salir más allá de tu puerta, caminar por el barrio, percibir el aire fresco en tu cara y escuchar los pájaros. Quizás ahora aprecias más poder sentarte en la banca de un parque y observar cómo los grandes árboles se mecen con el viento e inconscientemente buscas sitios más verdes para llenarte de vida, que en Colombia hay muchos gracias a nuestra rica biodiversidad.

Y si aún no te has atrevido, pero sientes el impulso de crear un jardín o una huerta en tu balcón o terraza, en tu sala, en tu cocina, puedes empezar con la asesoría de quienes son expertos en el tema:

En Bogotá, el Jardín Botánico impulsa desde 2004 un proyecto de huertas urbanas, que consiste en hacer prácticas agrícolas para producir alimentos orgánicos y limpios en espacios urbanos de la ciudad. Hasta mediados del año pasado, existían en la capital 432, y si quieres sumar a este número una propia, solo escribe a agriculturaurbana@jbb.gov.co.

El Jardín Botánico de Medellín tiene un proyecto dirigido a las personas amantes del cultivo y el cuidado de plantas ornamentales y jardines, para que puedas hacer consultas acerca de los problemas comunes que las afectan. Para saber más entra a https://www.botanicomedellin.org/botanico-un-jardinero-en-casa/botanico/

Veggies App te ayuda a crear tu propia huerta urbana con cultivos hidropónicos, enseñando una nueva alternativa de producción limpia a cientos de personas en diferentes ciudades del país. Si quieres ser una de ellas, visita http://veggiesapp.com/agricultura-urbana-bogota.html

También te puede asesorar la empresa de paisajismo y jardinería profesional SmartChoice Group que te acompaña desde el diseño del proyecto hasta su instalación y mantenimiento, poniendo a tu disposición múltiples opciones y herramientas. http://www.smartchoiceco.com/es/divisions/huertos-urbanos_59.html

O arranca tú mismo, comprando uno de los kits de Huerta Urbana de Sembramos, tu vivero online, en https://sembramos.com.co/kit-de-huerto-urbano.html. También realizan cursos visuales y presenciales para que perseveres en el intento.

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