LA RUBIA INMORAL y su amor por la moda. ¿Cómo nació?

La escritora caldense entabló una profunda relación con la sostenibilidad y las prendas de vestir. Hoy día tiene una marca de ropa en la que comparte no solo sus gustos, sino también su forma de pensar y de sentir. Además, emprendió una nueva aventura con MARIO HERNÁNDEZ, que lleva el mismo espíritu. Conoce acá todos los detalles.

El estilo de La Rubia Inmoral es un reflejo fiel de la mujer detrás de su marca de ropa homónima: rebelde, desobediente, feminista y disruptivo. No le teme a las mezclas ni a llamar la atención, Además, tiene voz propia.

¿De dónde viene su amor por la moda? ¿En qué momento empezó a definir su estilo? ¿Por qué elementos se caracteriza? ¿Qué la llevó a la creación de prendas de vestir? ¿Por qué decidió cocrear una colección con MARIO HERNÁNDEZ?

Ana María Cardona Gómez, la escritora y creadora de contenido digital que encarna este personaje con más de 221 mil seguidores en Instagram, asegura que su estilo empezó a definirse en su niñez. Y contrario a lo que podría pensarse, fue su padre y no su madre quien ejerció una gran influencia en él.  “Mi preferencia por el color y las mezclas es parte de mi personalidad. Y creo que viene de mi papá, que es como lobo. Yo soy igual. A él el qué dirán le importa cinco”, afirma.

Una marca Inmoral

En 2018, su incursión en el mundo de la moda tuvo la intención inicial de buscar un espacio para la libre expresión e ir en contra de lo establecido. Inmorale, su marca, nació como una propuesta que reunía sostenibilidad, feminismo y arte.

Era una propuesta que le apostaba a la ropa de segunda, que quería levantar la voz para señalar el consumismo desmedido del capitalismo y lo incómodo que resulta para algunos que las mujeres se atrevan a ir más allá del “deber ser” en la sociedad actual.

La marca como se conoce hoy día —que lleva el nombre de su autora, La Rubia Inmoral—  surgió de manera oficial el 2020 y sigue albergando ese matiz sostenible, pero, esta vez, garantizando que no hay explotación humana de por medio. Las personas que fabrican sus prendas son cabeza de hogar y adultos mayores, y trabajan desde sus casas en condiciones y tiempos justos. Están pensadas para durar y por eso acogen los métodos de producción de la moda lenta (slow fashion), así que solo se confeccionan bajo pedido.  Pero, ¿qué hace únicas estas prendas? Su colorido. Y es que La Rubia Inmoral ama el color. “Me encanta, en especial los vivos, porque ayudan con el estado de ánimo. Hace un tiempo creía que el mundo no estaba preparado para que nos vistiéramos así; en Bogotá, sobre todo, por el clima. Pero he decidido alegrar mi vida con tonos fuertes. Y es que descubrí que esos colores tienen un montón de simbolismos para el cerebro y que te premeditan para ciertas cosas dependiendo de cómo los utilizas en tu vestir”, confiesa la escritora.

Mensajes que salvan el día

Pero no es lo único que las caracteriza. También los mensajes que transmiten y que buscan salvarle el día a quien las lleva y a quien los lee. “Cuando creé las primeras prendas tejidas, mi misión era que fueran ‘letreros andantes’. Eso es lo que quiero”, asegura.

De su colección actual destaca un buzo azul con verde neón que dice: “vale la pena quedarse”, y abajo continúa: “los milagros existen”. “Me imagino a Ana María hace cinco años caminando por la calle pensando ideas suicidas y viendo a una persona X, extraña, con este mensaje. Muy posiblemente ese día me lo hubieran salvado”.

Un sus piezas también se ven frases como “La puta ama” (la más característica de La Rubia Inmoral), “El amor nos ha salvado la vida”, “Hazlo suceder y déjalos callados”, “El mundo es más lindo contigo en él” y “Aquí cabemos todas”. “La moda podría incomodar un poco más. Porque es un lenguaje bien poderoso y a la gente le encanta. Podría llegar a otros lados”, reflexiona la creadora de contenido digital.

Una colaboración irreverente

Y Ana María la llevó un peldaño más allá, luego de que aceptara una colaboración con la firma marroquinera MARIO HERNÁNDEZ para la creación de una colección de edición limitada de carteras, prendas de vestir, accesorios y zapatos que reflejan su amor por las mezclas de colores, estampados y texturas. También su irreverencia.

MARIO HERNÁNDEZ: ¿Qué fue lo que te llenó el corazón de esta colaboración?

L.R.I: Ver sueños hacerse realidad. El equipo tan increíble que está detrás y que siente una emoción gigante con el resultado. Es divino. Me he sentido literalmente en la familia, como lo que es el equipo de la marca. Ha sido muy bonito ver cómo se tratan y estar ahí.

Me encanta dejar volar la creatividad y poder hacer otras cosas. No me imaginaba esto y ha sido chévere verlo salir. Empecé a sacar sudaderas hace tres años y no tengo ni idea de diseñar.

Ha sido chévere ver que cuando uno persiste y tiene algo de fondo, las cosas llegan. Me he divertido mucho. Quiero que para todas las personas que se lleven algo de la colección, la pieza sea un recuerdo de que se pueden tragar el mundo. Que se convierta en un amuleto.

MARIO HERNÁNDEZ: ¿Cómo te pareció todo el proceso creativo de esta alianza? 

L.R.I: Excelente. Para mí la creatividad es como una forma de ser libre y le ayuda un montón a mi salud mental. Esa es mi salsa. Crear es resolver también problemas y situaciones, y eso me genera alivio.

Fue un año o más haciendo todo el proceso y fue muy lindo porque me reafirmó algo: nada lo produce una sola persona y eso pasa en cualquier tipo de proyecto, incluso en un libro. Una cabeza no hace nada; son muchas cabezas las que logran llevar algo a cabo, las que sacan algo adelante. Chévere que empecemos a entender eso.

En los proyectos hay mucha gente. Por eso prefiero no prestarle atención al “no le cuentes nada a nadie, porque te van a tener envidia y te van a dañar” y sí a pensar que hay que contarle las cosas a las personas para que te ayuden a saber cómo configurarlas, porque de todo el mundo puedes absorber y de todo el mundo puedes construir.  Fue un proceso totalmente colaborativo, desde el equipo de diseño hasta las personas que están en producción, que son, además, un amor. Es chévere saber que estamos en otro lugar y que ya no le tenemos miedo ni a las ideas ni a las personas. Posiblemente hace tres o cuatro años esto no hubiera pasado ni de locos.

MARIO HERNÁNDEZ: ¿Qué querías que pasara en esta colección?

L.R.I: Quería bolsos, accesorios y prendas que sirvieran para absolutamente todo. Eso se pensó. También que tuvieran una historia y pues las ruanas y los sombreros llevan una bella historia artesanal detrás. Eso para mí es muy importante, porque todo lo que compro y lo que produzco tiene algo detrás y le apuesta a una cadena un poco más justa.

No se puede ser limpio del todo, no se puede ser ético del todo, no se puede ser sostenible del todo… ya estás produciendo un producto y por ende creando basura, pero sí se pueden hacer las cosas menos paila. Para mí era muy valioso saber que en la mayoría de lo posible se pudieran tener cosas que su producción fuera artesanal, que muchas lo tienen aquí. Quería también poder mezclar otros materiales y fue posible. Todos estábamos muy sentados en lo que era, desde el principio. Muchos de los diseñadores de la marca, me seguían, así que ya conocían un poco mi mundo, mi convicción, a lo que yo le apunto, en lo que creo y como a mí me gusta hacerme las cosas, sabiendo que nada es perfecto y que todo tiene sus baches.

MARIO HERNÁNDEZ: ¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en esta colaboración?

L.R.I: Acabo de derribar, con toda, algo que ya había tumbado: que para hacer algo bueno, exitoso, chévere, uno se tiene que encerrar en una cueva a crear solo, que es la idea que le dan a todo el mundo. No, los trabajos y las ideas se construyen en conjunto y qué maravilla que lo hagamos más y que involucremos a más personas en las cosas que hacemos y que debatamos más lo que tenemos en la cabeza. Creo que eso nos da más sanidad mental.

Ese fue el mayor aprendizaje. Fue muy bonito conectar con todo el mundo, aunque cada persona en el equipo tuvo retos muy diferentes: fue una cosa para la que lleva muchos años allá y ya sabe cómo se hacen las cosas y otra para quienes se sintieron completamente cómodos de entrada. Fue un salirse de la zona de confort para todos: unos se imaginaban que no iban a poder y otros que sí. Pero lo hicimos todos.

MARIO HERNÁNDEZ: ¿Cómo crees que reaccionarán las personas a esta colaboración?

L.R.I: Habrá de todo. Espero llegarle a la gente que hay que llegarle. Creo que la va a tocar con un mensaje bien fuerte y poderoso. Espero que a las personas les guste y que usen la colección como si fuera un amuleto. Espero que incomode, porque el que no se incomoda, no se mueve.

Si quieres conocer la colección completa, haz clic acá: https://www.mariohernandez.com.co/coleccion-la-rubia-inmoral

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